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Mucho cansancio, muchas horas estudiando. Ojos chinos y casi ciegos.
Termino de leer, me saco los anteojos, intento desenredar el rodete y entro a bañarme.
Salgo, manoteo la tolla para la cabeza, el toallón para el cuerpo, busco la alfombra con los pies, y mi cara en el espejo empañado.
No la veo.
Dos ojos, una boca sonriente y una inscripción que dice "LINDA MAMÁ" escrita por mi hijo, supongo, el baño anterior.
Mi cara copia el dibujo.
Sonrío un rato y me quedo dormida.
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1 comentario:
Es tan lindo tu blog. Me entusiasmo cuando veo aparecer una entrada tuya en mi lista de lectura. Por cosas como ésta. Son tan lindos nuestros hijos.
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