domingo, 2 de noviembre de 2014

La culpa es de los otros

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De lunes a viernes mi mamá nos despertaba cantando "A levantarse dijo la rana mientras espiaba por la ventana, tira con tirita y ojal con botón". Lo escribo y busco la almohada detrás de mi cabeza para taparme los oídos. Fue una especie de tortura musical que duró lo que duró su empatía con Magdalena Ruiz Guiñazú, quien musicalizaba con María Elena Walsh a los que se despertaban a las 7.
Los sábados, no sé, no me acuerdo. Mi papá arreglaba cosas. Arreglar cosas es su especialidad. Primero el auto, siempre había algo que hacerle. Se pasaba horas en la vereda. A veces me pedía ayuda. Me gustaba que creyera que yo estaba a la altura de ayudarlo a arreglar algo. Los fusibles me perdían, sus colores y que cada una de esas piezas hiciera por ejemplo, hacer andar la luz de giro de la izquierda y la otra igual, pero de otro color, el giro de la derecha. Después del auto pasaba a la casa. Y ahí también me pedía ayuda; sostener la escalera o alumbrar con la linterna se había convertido en mi especialidad.
No me acuerdo que hacía mi mamá mientras tanto, siempre estaba de acá para allá, y mi hermana la acompañaría. Mi hermana siempre acompañaba.
Y los domingos a la mañana, creo que sin saberlo, pero queriendo, la casa se llenaba de música elegida por ellos. Puedo verlo a mi papá sentado frente a la chimenea y escucho a Piazzola o Vangelis. Y voy a la cocina y mi mamá canta con Mercedes Sosa. Y me voy de Lanús y voy a su casa de Villa Crespo y escuchamos a Silvio o a Serrat, o a Mercedes, o a todos juntos en ese compilado que armó ella y hoy está en las cuatro casas de los cuatro que alguna vez vivimos juntos en Carlos Gardel.

Hoy es domingo, y como todos los domingos a la mañana en esta casa suena Silvio, quizás es una forma de volver a esos domingos, quizás en mi forma de vivir mis domingos, no lo sé.

Sólo sé que la culpa es de mis viejos pero que la responsabilidad es sólo mía. Y eso está muy bien.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de encontrar este post, como por casualidad... y obvio, me hizo llorar. Ahora acá, muchos domingos suenan Los Simpson. Y bue... las cosas tienen movimiento...
Esto va a aparecer como escrito por anónonimo, pero por si no te diste cuenta, soy tu madre.

Luciana dijo...

Hola, Madre.